martes, 16 de diciembre de 2008

Feria del Libro de Alto Río Senguer, con La Duendes e Historieta Patagónica

Con Leonardo Heredia viajamos a la Segunda Feria del Libro de Alto Río Senguer (suroeste del Chubut), para llevar la muestra itinerante de La Duendes e Historieta Patagónica y, de paso, difundir la revista. Fueron dos días de disfrutar de la compañía de escritores y diversos artistas, y del hermoso entorno de la población: el río Senguer y sus costas boscosas, sierras y las montañas de la cordillera de los Andes.
Lástima que por dormirnos, nos perdimos un asado en las costas boscosas del deslumbrante lago Fontana, situado en plena cordillera. Pero como no nos íbamos a achicar por el traspié, nos fuimos a comer a un paraje llamado Barrancas Blancas, junto al río Senguer.
Las fotos del lago Fontana son de un viaje anterior, como para que el lector se haga una idea del lugar.A las fotos agrego unas postales bocetadas que describen momentos del viaje.


Leonardo Heredia, pensativo, en la exposición de La Duendes e Historieta Patagónica.


Público observando la muestra y mirando las revistas.

Leo Heredia, el escritor Angel Uranga, Claudia, Aguado y Paola. Las chicas son las organizadoras de la Feria.


Una vista parcial del lago Fontana, visto desde la margen norte.


Camino a lago Fontana bajan hermosos arroyos que dan vida a bosques de ñires.


El cantante tehuelche Oscar Payaguala, cantando en la Feria del Libro. Con Payaguala realizamos a medias el libro "La Tierra Tehuelche. Sus nombres y su pasado".

Leonardo Heredia, disfruntando de la panorámica, en los alrededores de Alto Río Senguer.

En una imagen ochentosa y rockera, con Leo Heredia, comiendo junto al río Senguer.

Rodolfo Montenegro, escritor y poeta de la localidad de Río Mayo, y Ernesto Allende, escritor de Comodoro Rivadavia.


Al regresar de la Feria nos detuvimos en la localidad de Sarmiento para visitar al amigo Juan Carlos Moisés, escritor y dibujante. A Moisés, además de ser un amigo, lo considero uno de mis maestros, ya que lo conocí cuando tenía 17 años y desde entonces siempre conté con su apoyo y asesoramiento.